Del encuentro del sábado prefiero no hablar. Hay cosas que difícilmente podrían explicarse. Baste con saber que lo que se dijo y lo que se pactó aquella tarde supuso para mí un nuevo aprendizaje. Habrá quien suponga —con motivos fundados— que se perdió más de lo que se obtuvo. Y estará en lo correcto. Sé que va a sonar ilógico, pero de hecho, ésa era la idea.
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