21 mar 2012

Bitácora de investigación IV

Pero el investigador también vive, también duda, también quiere ser.
Y en su vida cotidiana no siempre se asume como sujeto cognoscente.
La mayor parte del tiempo es hijo, cónyuge, padre. Tiene responsabilidades y necesidades materiales y espirituales que no alcanza  a satisfacer. Para el resto del mundo (incluso para él mismo) es ese "otro" que nadie entiende.
Fuera del acto epistémico, necesita saber que sabe, necesita creer que sabe.

Bitácora de investigación III


La tarea del investigador no termina con un libro o una ponencia.
Es justo ahí donde apenas comienza. 
Donde las dudas se hacen más grandes, donde los fenómenos se hacen más inasibles, donde se intuye la imposibilidad de aprehender en su totalidad al "otro".
Saber que se sabe menos, es el destino cruel del que indaga.