pero de un tiempo a esta parte, me ha dado por coleccionar momentos del tipo “si no el mejor, uno de los mejores”
Y no puedo evitar, frente a este hecho, sentirme afortunado y perplejo. Asustado, a veces. Pero más que nada, embriagado con este subir y bajar, al que a estas alturas uno debería estar más que acostumbrado.
Y no puedo evitar, frente a este hecho, sentirme afortunado y perplejo. Asustado, a veces. Pero más que nada, embriagado con este subir y bajar, al que a estas alturas uno debería estar más que acostumbrado.
2 comentarios:
Se habla del placer como se habla del sufrimiento, pero se habla de ellos cuando ya nos dominan. Cada vez que entran en nosotros, nos sorprenden como una sensación nueva y tenemos que reconocer que los habíamos olvidado. Son diferentes porque nosotros también lo somos: les entregamos cada vez un alma y un cuerpo modificados por la vida..o por cada cumpleaños ¿no? saludos!
Tienes razón chica defe, aunque el otro día cuando salí a comprar cigarros el tipo del oxxo me puso mala cara cuano me negué a donarle parte de mi cambio: "Hay gente que nunca cambia" me dijo. Y la verdad me dejó pensando...
Publicar un comentario