5 abr 2007

A saber por qué...

pero de un tiempo a esta parte, me ha dado por coleccionar momentos del tipo “si no el mejor, uno de los mejores”
Y no puedo evitar, frente a este hecho, sentirme afortunado y perplejo. Asustado, a veces. Pero más que nada, embriagado con este subir y bajar, al que a estas alturas uno debería estar más que acostumbrado.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Se habla del placer como se habla del sufrimiento, pero se habla de ellos cuando ya nos dominan. Cada vez que entran en nosotros, nos sorprenden como una sensación nueva y tenemos que reconocer que los habíamos olvidado. Son diferentes porque nosotros también lo somos: les entregamos cada vez un alma y un cuerpo modificados por la vida..o por cada cumpleaños ¿no? saludos!

El Alvaro dijo...

Tienes razón chica defe, aunque el otro día cuando salí a comprar cigarros el tipo del oxxo me puso mala cara cuano me negué a donarle parte de mi cambio: "Hay gente que nunca cambia" me dijo. Y la verdad me dejó pensando...