17 dic 2008

Brevario

Estamos a punto de partir para Iguazú. Nos esperan unas 20 horas de viaje en autobús y yo estoy resfriado, con dolor de cabeza y la garganta a punto de estallar. Myriam ha salido a la lavandería y me ha dejado un recado en la computadora. He pensado mucho en nosotros las últimas semanas. Puede parecer extraño, pero pese a la incertidumbre de estos últimos días siento que nada nos falta. Recuerdo que hace tiempo yo buscaba algo así. Parece mentira que a veces sólo sea cuestión de esperar, de ser pacientes. Voy a dormir un poco más hasta que regrese. Suena cursi, lo sé, pero ya la extraño.

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