27 mar 2009

A mis treinta y tres, veintiocho dicen que aparento...

No estoy seguro que mi cumpleaños número 33 me encuentre en un momento privilegiado. A estas alturas me queda claro que entre más se vive, menos cosas se saben, las certezas se vuelven escasas y todo se vuelve relativo. Esta mañana desperté con ganas de hacer de la incertidumbre un aliado y no el enemigo a vencer. Me pregunto si no es un poco tarde para hacer algo al respecto.
Mi orden del día para hoy: pensar poco, trabajar lo necesario, construir este día y compartirlo con la gente que quiero. Lo demás -y creo que ésa es la única premisa que me empeñaré en sostener- puede esperar a mañana.

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