10 ago 2006

Otra vez la novela

Pues bien, supongo que como todo en la vida, el acto de escribir implica la clara conciencia de que cada paso que se da, en un sentido u otro, representa un avance aunque a veces no lo parezca.
Acabo de desechar las primeras cuarenta cuartillas de mi novela. Hacerlo fue un acto más que doloroso, sobre todo porque implicó tirar a la basura no sólo el tiempo invertido, sino la confianza ganada a cuartilla a cuartilla a lo largo de estos últimos meses. No es la primera vez que pasa y sin embargo cada vez que sucede duele un poco más. Quizá porque en el fondo, la escritura sigue siendo una de esas verdades en las que uno necesita seguir creyendo pese a que todo lo demás apunte a lo contrario. No es una cuestión de necedad, sino de necesidad. Y como siempre sucede, lo necesario termina siempre por imponerse. Así que no tengo muchas opciones.
Por otro lado ayuda mucho saber que uno no está solo. Y que por aquí y por allá existe gente que sufre con los mismos descalabros y que se regocija con las mismas pequeñas victorias.
Ignoro en qué radique esta obsesión por la novela. Sólo sé que mañana, cuando me siente frente a la computadora, volveré a sentir que hago algo importante, aunque avance con temor entre las primeras palabras, aunque escriba con la clara conciencia de que todo puede volver a fallar otra vez.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

un zig-zag, hermano, esto es un zig-zag.

habrá época de cúspides, you´ll see.

brazos.

Anónimo dijo...

don a,

si decidiste llevar a cabo tal barbaridad es que de verdad confias en ti. felicidades por eso. me gustaria tener de vez en cuando tales huevos.
un abrazo.

j.