7 mar 2007

A propósito de Gabo...


En el cumpleaños número ochenta de Gabo todos hablan Cien años de soledad como si en verdad ésta fuera la obra cumbre del Nobel colombiano. Está bien. Cada quien tiene el derecho de ponderar sus lecturas como mejor le venga la gana. No obstante, si alguien pregunta mi opinión, diré que me cuesta compartir esa postura. Estoy seguro de que mi escepticismo hacia la novela deriva en parte de aquella primera lectura, apresurada, impersonal, en un momento en el cual mis convicciones (si es que alguna vez las tuve) eran demasiado incipientes como para deslumbrarme. Me explico: a mis trece o catorce años, América Latina era una noción que estaba apenas en construcción. Existía, en el mismo nivel que la Malasia de las novelas de Salgari, o la Rusia invernal de los libros de Tolstoi. Uno es lo que vive y lo que lee. Y para un adolescente de clase media que habita en una conservadora ciudad de provincia, los catorce son una edad en la que por lo regular no se ha vivido mucho.
Tuvieron que pasar algunos años para que pudiera regresar a Cien años de soledad y entender la verdadera dimensión de este libro. Claro que para entonces, ya había leído a Azuela, Martín Luis Guzmán y toda la novela de la Revolución. Estaba maravillado con José Revueltas y El Apando y había descubierto —gracias a la terquedad de uno de mis profesores— a Eduardo Galeano y Las venas abiertas de América Latina, por lo que casi puedo asegurar que lo que me sucedió con la novela de Gabo fue sólo la intelectualización de todo lo leído anteriormente.
Cosa distinta me ocurrió con El amor en los tiempos del cólera. No recuerdo bien las circunstancias bajo las cuales acudí por primera vez a ese libro. Recuerdo, eso sí, cada uno de los pasajes, encuentros y desencuentros de esos dos grandes personajes: Ferminza Daza y Florentino Ariza. Y junto con el recuerdo, la percepción de estarme enfrentando a una novela, como no había leído otra hasta entonces. En parte por la riqueza y el uso prodigioso del lenguaje, pero también porque la historia, narrada del modo en que lo hace García Márquez, posee una tremenda capacidad emotiva que la vuelve, hasta cierto punto, universal. Y aunque todo sucede en un lugar llamado Cartagena de Indias, uno puede sentir, desde el sillón de su sala, que podría estar ocurriendo en cualquier parte.
A diferencia de Cien años de soledad, El amor en los tiempo del cólera es una novela que no he vuelto a leer, salvo para recuperar algunos pasajes memorables. Supongo que es cuestión de gustos, pero en vez de la imponente y aleccionadora saga de la familia Buendía, he preferido quedarme con la impresión primera, maravillada y sobrecogida, de dos enamorados juveniles que se separan y viven largas vidas, antes de reencontrarse.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Mi Al, un comentario de Leslygomez, cuando le mande el cachito del Gabo

Totalmente de acuerdo con el... "Amor en tiempos del Colera" es uno de mis libros favoritos de Gabo, asi como " El general en su laberinto" donde habla de Simon Bolivar... Y sí, tambien me parece un poco barato que utilicen ese otro libro, cuando dudo que sea la obra cumbre de Gabo... talvez porque 100 esta cerca de 80... o algo asi

El Alvaro dijo...

Mi flowers.... un gusto ver a los cuates por aca... no sabia que compartia gustos literarios similares a los de Leslygomez.. que agradable coincidencia, saludamela mucho