26 sep 2005

2666


Acabo de terminar 2666. Salgo de ella con la impresión de haber atestiguado la creación de un mundo. Qué puedo decir después de leer esta novela. Sólo que con este libro se confirma lo que en Los detectives salvajes era una simple prefiguración. Que Roberto Bolaño ocupa ya, junto con Cortázar, Rulfo, Borges, Bioy, y Vargas Llosa, un lugar privilegiado en la literatura latinoamericana. Que su obra sienta un precedente difícil de superar; que lo sitúa a la vanguardia de la narrativa mundial, y que con el tiempo, más que como novela de culto, 2666 será valorada como un clásico.
Por otro lado, en el aspecto personal, la novela me ha conmovido mucho. Uno la lee y no puede dejar de imaginar a Bolaño, con la conciencia plena de su muerte, escribiendo frente al ordenador una mastodóntica novela de 1200 páginas, armando un puzzle casi perfecto, donde geografías y personajes nos revelan su visión personal del siglo XX; encendiendo un cigarrillo más antes de emprender la que sería su última y más feroz batalla.
No hay de que lamentarse. Sus lectores no hemos quedado huérfanos con su deceso. Es cierto que no habrá una novela más de Bolaño para saciar nuestra hambre de literatura. Pero a cambio tenemos a Cesárea Tinajero, a Ulises Lima, a los real visceralistas, al poeta García Madero, a las hermanas Font, a Amalfitano y su bella hija, a Benno von Archimboldi y sus críticos (Espinoza, Pelletier, Norton y Morini) a Lalo Cura, a Barry Seaman, a Oscar Fate, a la baronesa von Zumpe, al general Entrescu, a Bubis, a Jim, a Pepe el Tira, a Josefina la Cantora, al gaucho insufrible, y por supuesto, al inolvidable alter ego de Bolaño, Arturo Belano.
Visto de este modo, la pérdida no es total. Así que no podemos estar tristes.
Reproduzco, ya para terminar, las palabras que Roberto Bolaño escribió días antes de morir sobre el borrador de 2666, su última obra maestra.
“Y esto es todo, amigos. Todo lo he hecho, todo lo he vivido. Si tuviera fuerzas, me pondría a llorar. Se despide de ustedes, Arturo Belano".
Adiós detective.

1 comentario:

Tryno dijo...

Mi buen Álvaro, justo hoy que descubrí tu blog releía a Bolaño por la tarde. Qué feliz coincidencia encontrar tu post. ¡Larga vida al Poeta Bolaño!